miércoles, 24 de febrero de 2010

Aprendiendo a ser una ciudad

El concepto de caos a menudo puede crear en nosotros una idea negativa, una visión de desorden donde las cosas no funcionan bien, un mundo en donde lo establecido y lo "correcto" es precisamente el orden. Si consideramos que el paradigma bajo el cual hemos vivido es el del orden, entonces es realmente caótico pensar que el orden es un desorden armonioso.

Sobre este concepto se fundan las ciudades, el orden surge del caos, del laberinto mitológico donde lo irracional vence la batalla de lo racional, del logos Platónico, a diferencia de lo que pensamos, las ciudades no son símbolo de nuestro avance ni de nuestra capacidad de razonar ya que el surgimiento de estas viene de la parte más primitiva del ser humano, el caos que lentamente va dando cabida al orden para que sobre él sienten las bases de la ciudad, razón por la cual, actualmente no sabemos cómo controlar nuestra ciudad que va saliendo de nuestro orden impuesto y creemos que se sale de control, cuando simplemente está regresando a su estado primigenio.

Caos y ciudad en la actualidad son sinónimos, parece que el concepto de Platón de ciudad ha quedado atrás y ahora nos entregamos de nuevo a un laberinto en el que no encontramos fin, la bestia crece cada vez mas y devora todo lo que encuentra a su paso.

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